martes, 27 de septiembre de 2011

Décima lágrima: los días raros

Qué haces cuando sólo tienes preguntas y ninguna respuesta?

Qué puedes hacer cuando todo lo que te rodea son interrogantes y nada es seguro?

Un día raro es aquél en el que puedes buscar tu reflejo y no hay espejo, cristal o gota de agua que te devuelva una imagen clara de ti mismo, de lo que buscas en tí, de lo que crees que eres,...

Un día raro es cuando crees que has perdido y sales de la pista para dejar que sean otros los que acaben la carrera. Tú estás demasiado cansado para seguir moviendo las piernas, es un ritmo muy alto el que te exige un sólo día. Cada día es un reto más difícil de lo que nos parece...¿Por qué?

Porque si has llegado hasta aquí leyendo y no te has cansado es porque un día para tí es un puñado de oportunidades que pueden cambiar tu vida, sí, tu vida. Porque cada día cuenta...

Un día en que te sientes sólo es un día en el que aprendes a estar contigo mismo, aislado en una luna más allá de todo lo que conoces, sin gravedad, sin poder pisar ni esperar que nada toque el suelo.

Un día feliz es un día cruel que te enseña que algo maravilloso, que te hace crujir el corazón porque te late tan fuerte y tan rápido que notas cada milímetro del órgano que te hace sentir único, se escapará y dejará paso a la melancolía, la añoranza....

Un día en el que no hay pausa, sólo aceleración de masa, es un día que no pierdes porque no te deja perder un segundo..........

Tú sabes, en el fondo lo sabes, que un día es una vida de 24 horas, 1440 minutos, 86400 segundos... Atrévete a decirme que no tienes tiempo en un sólo día de hacer algo grande y algo pequeño, algo de lo que arrepentirse y algo de lo que sentir orgullo, algo que recordarás y algo que no,...

Siente cada minuto de tu vida como algo único porque aunque lo parezca un segundo jamás será igual a otro.

Buena suerte.

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