La luna aparecía cada noche pero siempre reservaba para sí una cara,
un pequeño gesto de su belleza que nadie podría ver,
por muy llena que todos dijeran que estaba.
Sólo un día al año la luna se mostraba entera, llena realmente, con su sonrisa en la superficie,
era el día en que su enamorado le regalaba la rosa.
A veces echo de menos el cielo y las lágrimas brotan de mis ojos en esos momentos. Pero la vida es demasiado larga como para llorar siempre y mi arma es la sonrisa. Desobedecí la regla y por ello caí. Que así sea.
lunes, 14 de febrero de 2011
viernes, 11 de febrero de 2011
Tercera lágrima: empujarte, una historia breve
No mientas.
No lo hagas, si caes sabes que te gustaría que lo hicieran contigo. Una persona, un alma como la tuya, que te acompañe al caer.
Comparta tu soledad, tu miedo, la esperanza... Cuando caes si alguien te acompaña desaparece todo lo que asusta. Puedes caer agarrándoos de las manos y así sentirás su piel cálida junto a la tuya. Y será perfecto.
Yo no elegí caer pero espero el día en que ella quiera caer conmigo. No lo hicimos a la vez. Ella tendrá que elegir y caer sola. Pero no estará sola porque yo estaré esperándola con los brazos abiertos, aguardándola, queriéndola, amándola, ... Y ella puede que no lo sepa nunca, no hasta que tome la decisión, cuando una vez en el vacío me vea esperándola y sabrá que puede disfrutar de la caída porque no se hará daño, yo no lo permitiría.
Buen viaje de vuelta a mí.
No lo hagas, si caes sabes que te gustaría que lo hicieran contigo. Una persona, un alma como la tuya, que te acompañe al caer.
Comparta tu soledad, tu miedo, la esperanza... Cuando caes si alguien te acompaña desaparece todo lo que asusta. Puedes caer agarrándoos de las manos y así sentirás su piel cálida junto a la tuya. Y será perfecto.
Yo no elegí caer pero espero el día en que ella quiera caer conmigo. No lo hicimos a la vez. Ella tendrá que elegir y caer sola. Pero no estará sola porque yo estaré esperándola con los brazos abiertos, aguardándola, queriéndola, amándola, ... Y ella puede que no lo sepa nunca, no hasta que tome la decisión, cuando una vez en el vacío me vea esperándola y sabrá que puede disfrutar de la caída porque no se hará daño, yo no lo permitiría.
Buen viaje de vuelta a mí.
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