viernes, 9 de diciembre de 2011

Duodécima lágrima: la palabra

Una palabra.

Sólo una palabra basta para saber si es verdad o mentira.

Sólo una verdad basta para que crea cada palabra que dices.

Una mentira emponzoña todas tus palabras.

La verdad y la mentira bailan.

Y es un baile sádico y hermoso, porque en cada verdad y cada mentira hay una parte de ti.

La verdad es un arma y la mentira una cápsula de cianuro, chasqueas un diente y se rompe y abre y recorre tu boca el sabor amargo de toda esa mentira.

La diferencia no está en el bien o el mal, reside en mentir para renunciar a ser uno mismo. Eso no es para mí.