domingo, 9 de octubre de 2011

Lágrimas al margen:ahora eres tú

Ahora soy yo, ahora eres tú.

Estamos sentados enfrente el uno del otro y le digo que a su lado soy yo mismo.

Imposible.

Pero es cierto, a su lado no hay secreto ni nada guardado para mí.

Abrazo su cuerpo, lo atraigo hacia mí como un satélite es atraído por su planeta, una fuerza icontenible, temible, hermosa.

Siento su calidez a través de la ropa, sublime y voraz, quemándome, un dolor precioso.

Sé que pronto estaremos separados porque dos cuerpos jamás se pertenecen el uno al otro más de un momento, que transcurre en siglos que duran décimas de segundo.

Los siglos más largos son los que paso mirando cómo se mueve, sonríe, me coge la mano, me hace daño con sus palabras,...

Todo se escapa tan deprisa como el aire de mi habitación al abrir la ventana por la mañana, diciendo adiós a ese aire que ha compartido conmigo una noche entera.

Qué fácil nos despedimos de todo a veces.

Quiero recordar ese momento, el abrazo, su cara. su pelo, su olor, su mano en mi espalda, su pecho subiendo y bajando acercándose y alejándose del mío,...

Nunca será igual a cuando estuve así.

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