Caí.
Ahora sólo recuerdo eso.Ni siquiera si fue doloroso o me hizo más fuerte.
Tan sólo la sensación de caer a través de un abismo de aire, sentimientos, vacío. Sentía ese aire golpeando mis mejillas a una velocidad tan increíble que nadie puede medirla en kilómetros hora o millas o lo que sea... Y mi ala no podía impedir esa caída ni tan siquiera frenarla... Mi ala...
Ahora sólo me queda un ala, nada más que eso, la indemnización a tanto tiempo de servilismo y confianza. Pero un ala sóla no vuela, igual que una persona si está sola en el mundo jamás sabrá qué es el amor. Hacen falta dos alas para volar y dos personas para amar.
¿Por qué caí? ¿Desobedecí? ¿Desoí la Voz? ¿Traicioné lo que no puede ser traicionado?
Creo que todo eso y más. Ahora me resulta difícil explicarlo pero espero poder ordenar mis vagos recuerdos y saber por qué. Todo el mundo quiere saber el por qué aunque una vez sabido deje de ser interesante y no valga más que la suma de sus palabras.
Amé y perdí. Aquí empieza mi historia, la historia del ángel caído, la historia que cuentan cada una de las lágrimas que vertí...
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